martes, 30 de agosto de 2011

No te lo mereces

Odio esta sensación… Nunca antes la había sentido, pero el hecho de saber que voy a terminar haciendo daño a una persona a la que aprecio mucho, hace que me sienta realmente mal.
Y a pesar de saber que este daño no es intencionado, no me “alivia” en absoluto.

Mi cabeza no para de dar vueltas, barajando las dos únicas opciones que existen: o tomo los toros por los cuernos y zanjo una situación (antes de que ésta vaya a más y el dolor sea mayor), o dejo pasar un poco más el tiempo y que éste decida, y pase lo que tenga (o no) que pasar.

Me siento fatal e impotente, porque haga lo que haga, esa persona va a sufrir y no se lo merece… Ojala se pudiera mandar sobre los sentimientos. Todo sería mucho más fácil…

domingo, 21 de agosto de 2011

El mes que viene...

El mes que viene mi blog cumple 2 años. Y como últimamente estoy de un original que me salgo, he estado pensando y pensando en qué podría hacer de "especial" para esa fecha... y no se me ocurre nada...

Así que, ¿me echáis una manita? ¿Alguna idea para celebrar mi "cumple-blog"?

miércoles, 10 de agosto de 2011

Murphy

No sé por qué pasan las cosas… Hay gente que cree en “destinos”, otros en “casualidades”… Aunque yo soy más de pensar en un señor, de nombre Murphy, que hace acto de presencia cuando menos se le espera.

Ayer por la tarde pasé una estupenda velada en compañía de J. Estuvimos paseando, tomando algo, charlando… (hasta aquí puedo leer, je, je, je). La pena es que vivimos a más de una hora el uno del otro, y nuestros horarios de trabajo son un poco incompatibles, por lo que tenemos que hacer malabares para poder quedar entre semana.
El caso es que, de estar contenta y relajada, he pasado a recordar cosas y momentos pasados que me ponen triste. Y es que hoy, “Él” ha vuelto a dar señales de vida… Nada importante, ya que solo han sido unos mails por tema de trabajo, pero lo curioso es que hace menos de una semana había soñado con él y con que nos reencontrábamos. Maldito Murphy y sus leyes…

Durante esa “mini-conversación” vía correo electrónico, yo he estado en mi línea: educada y formal. Él ha estado en la suya: seco y como queriendo mantener las distancias.
Tranquilo, tío: el hecho de que haya estado enamorada de ti hasta las trancas, que haya derramado miles de lágrimas por un “algo” que no tenía sentido ni futuro, no va a hacer ahora que se me caigan las bragas al volver a saber de ti (perdón por mi lenguaje tan soez).
Si de algo me ha servido todo esto es para darme cuenta de que no quiero una persona como tú en mi vida, y de que me merezco a alguien mejor.

Lo que ya no sé es si tú te has percatado de la oportunidad que tuviste y dejaste escapar, por ser un cobarde egoísta. Porque como bien me dijiste una vez “hay trenes que ya no vuelven a pasar”, y el que pasó por delante de ti era de clase preferente… y ya no quedan billetes.